El reto de emprender socialmente
- Daniel Liendo
- 19 feb 2017
- 2 Min. de lectura
Los emprendedores sociales son “líderes probados cuyos enfoques y soluciones a los problemas sociales están ayudando a mejorar las vidas y circunstancias de incontables individuos desfavorecidos”
Fundación Skoll

Ellos son individuos dispuestos a afrontar problemas sociales que no han sido alcanzados por los planes de gran envergadura propuestos por las instituciones gubernamentales. No con la intención de representar una amenaza para quienes ostentan el poder, más bien como una alternativa para lograr mejores y mayores resultados a nivel colectivo, lo que implica la vital necesidad de brindar las condiciones necesarias para el fomento de propuestas alcanzables cuyo fin último es paliar de alguna manera dichas dificultades.
El emprendimiento social es una actividad que conlleva importantes riesgos intrínsecos. Por lo general la barrera es encontrada justo en el punto donde se aborda el tema de la sostenibilidad del proyecto. Encontrar la fuente de los recursos económicos además de generar la máxima eficiencia posible a los más bajos costos puede llegar a ser toda una travesía, pero para nada imposible.
Son muchas las organizaciones sociales que lo han logrado y cada vez se han abierto más oportunidades para su fortalecimiento. En este particular Dess Gregory, especialista en estrategia de gestión empresarial da en el clavo al apuntar que “Todo emprendedor social comienza con una reserva de recursos intangibles, incluyendo una idea, conocimiento relevante, experiencia, relaciones, reputación, pasión y compromiso… Emprendedores sociales inteligentes saben cómo convertir sus recursos intangibles en resultados, usando tan poco dinero como sea necesario”.
Son en definitiva esos recursos no visibles los que los hacen grandes, siendo la creatividad y la innovación los elementos clave del proceso. Pero debemos vencer el mito de una vez por todas sobre el emprendimiento como actividad caritativa de medio tiempo. El emprendimiento social puede convertirse fácilmente en una opción para el desarrollo de los profesionales.
Ahora bien, fortalecerlo es un proyecto que involucra no solo a la sociedad civil, es una dinámica que se debe promover sistemáticamente en las políticas públicas, enseñándolo en las universidades (y) dándole difusión en los medios a las experiencias ejemplares. Hace falta entonces que todos pongamos manos en la acción.
@liendodaniel
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